Reflexionar sobre los procesos de comprensión de los sujetos, siempre ha sido una preocupación central de la educación. Desde siempre los educadores nos hemos preguntado cómo hacer para que nuestros alumnos aprendan. Esta preocupación ha dado lugar a diversas maneras de entender el aprendizaje y su relación con la enseñanza.
Es para todos evidente que el objetivo de una buena propuesta de enseñanza y el diseño de actividades consiste en generar las condiciones para favorecer aprendizajes duraderos y significativos para los alumnos. En este sentido, la manera en que entendamos el aprendizaje determinará nuestras acciones como docentes en nuestra práctica de enseñanza.
Las concepciones que tenemos sobre el aprendizaje van mucho más allá del conocimiento de las diversas teorías que intentan explicar este proceso; estas concepciones se arraigan en nuestra propia práctica como sujetos cognoscentes.
En el marco de esta “unidad” nos interesa revisar rápidamente una manera de entender el aprendizaje producto de ciertas líneas de investigación del campo de la psicología cognitiva preocupadas por comprender los procesos de construcción del conocimiento. Estas teorías nos permiten entender el aprendizaje como una construcción cultural atravesada por las condiciones políticas y sociales de una época determinada.
Nuestra sociedad actual, caracterizada por los cambios y transformaciones que están imprimiendo el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación e información, estaría modificando la manera de entender el aprendizaje y reclamaría nuevas habilidades cognitivas.
Entender el aprendizaje como práctica cultural, es decir como práctica que se define según las condiciones sociales, económicas y políticas que le dan existencia, en un tiempo determinado, abre ciertas líneas interesantes de reflexión:
5 Litwin, E. (2008). El oficio de enseñar. Condiciones y Contextos. Ed. Paidós. Pág 89.
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